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la molineta

CHUANG TZU Y EL CANGREJO (o el atraco a vuela pluma de Santa Cruz en 6 min.)

CHUANG TZU Y EL CANGREJO (o el atraco a vuela pluma de Santa Cruz en 6 min.)

Cuando Chuang Tzu escuchó la petición del emperador pensó: “no es justo. ¿Un cangrejo? El proyecto es demasiado complicado” y, durante un par de minutos, anduvo barajando posibilidades. Al fin dijo que necesitaba un plazo de cinco años y una casa con doce servidores. El emperador accedió.

Durante todo este tiempo estuvo reuniendo información acerca de las especies conocidas de cangrejo. Los había marinas, fluviales, terrestres, arborícolas; con pinzas de diferente color, de tamaños muy distintos…

Cuando cumplió el plazo, desolado, se vio en la obligación de solicitar una nueva prórroga, que le fue concedida también.

Esta vez hizo traer a casa una muestra de cada variedad estudiada y profundizó en las particularidades propias de las mismas. Ni una sola vez tomó el pincel para trazar un apunte del natural.

Cuando por segunda vez acudió ante el emperador, tras una leve inclinación de cabeza, solicitó papel suficiente, una buena cantidad de tinta y varios pinceles y, ante los asombrados ojos del emperador pintó, una a una, las mil y una variedades de cangrejos que tan bien había llegado a estudiar.

- Pero, yo sólo pedí que pintaras un cangrejo – protestó el emperador.

- Sí, mi señor. Pero no especificasteis cuál y no quería defraudaros. La próxima vez, sed más concreto, por favor.

El emperador aprendió la lección y se juró no repetir nunca el mismo error.

Santa Cruz García

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